Por: Jorge C Tamayo
En uno de los lugares más céntricos y hermosos de Bayamo se encuentra la plaza Francisco Maceo Osorio, aunque por tradición y la otrora presencia permanente de calesas y carruajes en sus alrededores, los bayameses conocen este lugar como El Parque de los Coches.
El siglo XX sorprende a Bayamo recuperándose de las consecuencias de las guerras de la segunda mitad del XIX. Desde el punto de vista urbano, la ciudad está sufriendo todavía las consecuencias del incendio de 1869, pues el proceso de reconstrucción ha sido lento.
En este período se destaca la transformación de sus espacios abiertos, cuando algunas plazas desaparecen, y otras son transformadas en parques, como fue el caso de la Plaza de Santo Domingo, que pasó a convertirse en el parque Maceo Osorio.
A la plaza de Santo Domingo, una amplia explanada ubicada delante del convento del mismo nombre fundado en 1742 por los dominicos, en la sede de la Iglesia de la Asunción, se accedía desde la Plaza de la Iglesia Mayor por el antiguo callejón de Burruchaga, y por la calle San Juan al barrio del mismo nombre.
Convertido en un importante centro docente, el convento de Santo Domingo acogía a estudiantes procedentes no sólo de la villa, sino también de las jurisdicciones vecinas.
El plantel de los dominicos fue destruido por el incendio en 1869, y el nuevo inmueble edificado allí fue arrendado en 1901 por la alcaldía bayamesa, para instaurar escuelas públicas.
Actualmente en ese inmueble ubicado en la calle Martí esquina Parada, radica la escuela primaria José Antonio Saco, y la sede de la Dirección Municipal de Educación.
Establecida la República, el Ayuntamiento acordó en 1912 construir en la plaza aledaña un parque dedicado a la memoria del insigne bayamés Francisco Maceo Osorio, uno de los iniciadores de la lucha independentista.
Inaugurado el 7 de enero de 1914, al parque Maceo Osorio también se le conoce popularmente como Parquecito de los Coches, pues era el lugar donde se congregaban estos carruajes, cuando todavía era posible pasear en tales vehículos por las estrechas calles del centro histórico.
Ubicado en la intersección de las actuales calles de José Martí y Maceo Osorio se conserva uno de los exponentes constructivos del siglo XVII bayamés, inmueble que acoge actualmente a la Casa de la Trova.
En la parte delantera del cercano centro escolar se alzan, sobre altos pedestales, sendos bustos de José Antonio Saco y Pedro Figueredo Cisneros.
A su vez, el busto erigido en el parque a la memoria del mayor general Francisco Maceo Osorio, tiene inscritas frases de Francisco Vicente Aguilera y Pedro Figueredo, compañeros suyos en la fundación del Comité Revolucionario de Bayamo, junto a la siguiente expresión del propio Maceo Osorio: “Solo me resta el deseo de contribuir a la felicidad de mi Patria, aún a costa de mi propia felicidad”.
Este importante espacio público bayamés adquiere una dimensión sociocultural, al ser el marco propicio para diversas actividades participativas, y un lugar de intercambio social, otorgando a la ciudad un gran dinamismo urbano.
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