domingo, 20 de junio de 2010

El Padre de todos los cubanos








Por :Jorge Carlos Tamayo Milanés   jorgetm@enet.cu
 Bayamo. Cuba
Fotografía: Archivo Redacción Digital


Como cada tercer domingo de junio, cuando en nuestros hogares felicitamos a los hombres que han creado una descendencia, es también una fecha propicia para recordar a Carlos Manuel de Céspedes, conocido por todos los cubanos como el Padre de la Patria.

El patricio bayamés fue protagonista de uno de los episodios más bellos y conmovedores de nuestra historia, un verdadero ejemplo de amor y entrega a una causa revolucionaria.

Es inolvidable el enorme sacrificio de Céspedes, a quien los españoles intentaron extorsionar de la manera más burda, y lo conminaron a abandonar la lucha a cambio de la vida de su hijo.

Amado Oscar Céspedes y Céspedes, hijo del Padre de la Patria, había partido el 23 de diciembre de 1869 desde Nueva York, en una expedición que desembarcó por el norte de las Tunas.

El joven se dirigía hacia Guáimaro para reunirse con su padre e incorporarse a la lucha revolucionaria, cuando el 12 de mayo de 1870, en el potrero “La Caridad”, es hecho prisionero por tropas españolas.

El Capitán General de la Isla, Antonio Caballero de Rodas, exigió a Amado Oscar que para salvar la vida escribiera una carta a su padre, pidiéndole que depusiera las armas.

El joven bayamés con dignidad le respondió: “Yo jamás traicionaré a mi Patria, y mucho menos a mi padre.” Esta intransigencia selló la suerte del hijo del máximo líder insurrecto cubano.

Amado Oscar Céspedes y Céspedes fue ejecutado el 29 de mayo de 1870, en la Villa de Puerto Príncipe, actual ciudad de Camagüey.

Luego de fusilado el joven, y en una acción muy repugnante, el capitán general Caballero de Rodas, dirigió una carta a Carlos Manuel de Céspedes el primero de junio de ese año, comunicándole de la prisión de Amado Oscar, y ofreciéndole la vida a cambio de un arreglo personal, cuyas bases se discutirían posteriormente:



Puerto Príncipe, primero de junio de 1870.

Licenciado Don Carlos Manuel de Céspedes.


Mi muy señor mío:


Es en mi poder el prisionero por fuerzas de mi mando su hijo Oscar de Céspedes; en sus manos de Usted queda su salvación. Dígame por el puerto que quisiera embarcarse para darles absoluta garantía.
Por el portador puede hacerme la contesta. Dios guarde a Usted muchos años.

Capitán General Don Antonio Fernández,

Caballero de Rodas.

Ante el chantaje español, Carlos Manuel de Céspedes renunció a negociar sobre la base de su capitulación, hecho que demostró su firmeza revolucionaria.

Inmediatamente después de recibir la carta, el insigne patriota redactó su tajante respuesta en los términos siguientes:



Campamento de Cuyaguajal, 2 de junio de 1870.


Excelentísimo señor Capitán General.

Caballero de Rodas.
Excelentísimo señor:


Es en mi poder la carta de vuestra Excelencia, donde me informa de la fatal desgracia en que mi hijo Oscar ha sido hecho prisionero por fuerzas de su mando y, a su vez, la conminación de que hace vuestra Excelencia para salvar a mi hijo, de que abandone el país ofreciéndome lugar de salida.


Duro se me hace pensar que un militar digno y pundonoroso como vuestra Excelencia, pueda permitir semejante venganza si no acato su voluntad; pero si así lo hiciere, Oscar no es mi único hijo, lo son todos los cubanos que mueren por nuestras libertades patrias. Dios guarde a Usted muchos años.



Carlos Manuel de Céspedes.

Con esta heroica acción, Carlos Manuel de Céspedes y del Castillo resume en su persona, por su actuar y sacrificio ante el altar de la Patria, el orgullo de ser cubano, y nos dio muchas razones para recordarlo siempre como el Padre de todos los cubanos.

viernes, 18 de junio de 2010

Poesía. Selección de María Luisa Milanés

María Luisa Milanés, Cuba, 1893





Tú no sabrás jamás



¡Tú no sabrás jamás! dice a mi grito
la esfinge silenciosa de granito
que clava en la oquedad de lo infinito
sus ojos claros, de mirar prescito:

¡Tú no sabrás jamás! Y en el maldito
vacilar de mi fe va el exquisito
voluptuoso temblor que es un delito
de leso amor, porque con él suscito

ese miedo cerval que engendra el grito
que a los ojos tranquilos de granito
piden el cruel secreto de infinito,
pesar que causa mi dolor prescito.

¡Tú no sabrás jamás!...dice a mi grito
la esfinge impenetrable de granito!...





Placeres mundanales



Placeres mundanales que el sendero
esmaltáis de la vida fatigosa,
huid lejos de mí, que sólo quiero
de mi tranquilidad la paz hermosa.


Postrada ante las plantas virginales
del Mártir del Calvario, su clemente
perdón quiero implorar. mientras mi frente
se lava de su sangre en los raudales.


Quiero pedirle que mi vida acabe
antes que yo le ofenda en algo grave.
Que me de verla allá en el Paraíso


puesto que con su muerte así lo quiso.
Que como me dio vida con su muerte
me de morir en El con alma fuerte.



...

Poesía. Selección de María Luisa Milanés

Foto: Luis Carlos Palacio Leyva.




Cuando las mariposas...



Cuando las mariposas doradas del recuerdo
traigan a tu memoria tu cobarde vileza,
mi pesar silencioso y mi enorme tristeza;

cuando las mariposas de fuego de la gloria
hayan rozado alegres mi cabeza precita,
iluminando un nombre y aclarando una historia;

cuando las mariposas azules de añoranza
te vuelvan del pasado la oscura lontananza,
trayendo a tus oídos con una crueldad loca
los conceptos vertidos por tu infamante boca;

cuando las mariposas de un cruel remordimiento,
negras y silenciosas vayan a ti, indecisas,
yo pasaré serena, olvidando tu infamia,
alumbraré tus pasos con mis tristes sonrisas!







Sicut naves, velut umbra?


En la angustia terrible, que mi labio no nombra,
¿Pasaré por tu vida cual nave por la sombra?
En la amargura intensa de mi cruel agonía,
¿seré para ti niebla de una mañana fría?


En la tristeza enorme de mi intenso quebranto,
¿seré para ti el eco de algún lejano canto?
En el claustral silencio de crueles sacrificios,
¿seré como los ecos de monjiles oficios?


En estas tempestades de tinieblas y brumas,
¿moriré en tu recuerdo como en la ola la espuma?
En la muerte de un sueño secreto y dolorido,
¿morirá mi recuerdo, morirá en el olvido?


¡Nada me importa nada! ¿el amor? ¿la memoria?
¡Lo mismo que el deseo, la ilusión y la gloria!
Nada me agita, nada me entristece ni asombra...
¡Todo pasa en la vida cual nave por la sombra!




No puede comprender...


Me abisma no entender, bello Narciso,
la ingenua admiración que te arrebata
y te fascina en la onda azul y plata...

Claro que para ti es un paraíso
mirar tus ojos bellos y tu boca,
tu sonrisa, tu frente, tu figura
llena de majestad y de dulzura...

Pero ¿no piensas que haya algo de bueno
que distraiga tus ojos y tu mente,
fije más alto tu mirar sereno
y entretenga tus horas dulcemente?


¡Quisiera comprender mi alma sencilla
la perfecta hermosura de tu frente,
donde jamás el pensamiento brilla!



...

Poesía. Selección de María Luisa Milanés

Foto: Luis Carlos Palacio Leyva. Bayamo. Cuba.



María Luisa Milanés




Jam noli tardare


Ven hacia mí, no tardes, dulce dueña
de la región bendita con que sueña
el cansancio profundo que me abruma.

Fuerzas no tengo ya para llamarte.
Ven hacia mí; cansada de esperarte,
¡oye la voz de mi impaciencia suma!

¿Qué esperas ya? me impulsas a buscarte
en el silencio eterno que te envidio
y a cada rato vienen a anunciarte
las mariposas negras del suicidio!


No tardes más, no venga un nuevo ensueño
a turbar nuestro amor y nuestra unión,
quiero que duerma su tranquilo sueño,
sin despertar, el pobre corazón...





Sub lumen


No tengo ni siquiera cansancio que me embriague,
no tengo ya deseos en que mi mente vague.
Yace tranquila y muda mi férrea voluntad.
Callé todas las voces, ahogué todos los cantos,


Encadenando ensueños y olvidando quebrantos,
y edifiqué en las ruinas la erguida realidad.

Y ahora pulso de nuevo la pentacorde lira.
De mis sentidos fuertes y alertas, mi razón,
como el phenix, renace por la renunciación
que en fuego y en crisoles fundió mi corazón.

Tropecé lo fatal,
crucé por sobre el medio de la angustia y la muerte,
y de una vida esquiva, lejana, sola y fuerte,
me encuentro en el umbral!




Vía crucis



Tus dulces ojos de llorar cansados;
tu boca, que ha olvidado la sonrisa;
tu corazón, que lleva la divisa
del que murió en Salem crucificado;
tu cabeza, que el golpe de la pena
trocó, de ala de cuervo, en nieve pura;
tus manos blancas; tu mirada oscura;
tu voz de llantos, de sollozos llena,
todo me dice a una
que andar no puedes más. Ven, llegaremos;
apóyate en mis hombros, que aún altivas
verán nuestras siluetas por la Vía;
nos falta poco ya, descansaremos
a la sombra del Roble, madre mía!




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jueves, 10 de junio de 2010

Plaza de La Luz. Bayamo.


Con su belleza y su nombre, la Plaza de La Luz ilumina el centro histórico de Bayamo, y se convierte en un lugar jerarquizado por sus valores patrimoniales, y el importante servicio cultural que presta la sala teatro José Joaquín Palma.



Colindante con el inmueble de la galería de arte se ubica la prolongación de la calle Lora por ambos lados corren las calles Céspedes y Máximo Gómez, un tramo muy sugerente con posibilidades de ser utilizado como área para actividades culturales y recreativas, en función de complementar la actual plaza.

En sus orígenes la plaza recibió el nombre a partir de la antigua Iglesia de La Luz, que estuvo ubicada entre las calles Céspedes y Máximo Gómez, y también se designó así a la barranca que permite el paso hacia el río Bayamo desde esta zona de la ciudad.

La plaza y la iglesia adquirieron mayor importancia después de la quema de Bayamo el 12 de enero de 1869, al efectuarse en ella los oficios religiosos de la iglesia mayor desde entonces, y hasta la reconstrucción de esta última en 1919. En las fotos, detalles de la antigua Iglesia de La Luz.



En 1953, nuevos planes urbanos permitieron la unión entre la parcela de terreno situada frente a la Iglesia y el pequeño tramo del Callejón de la Municipalidad, hoy calle Luz Vázquez, y fue destinado a la construcción de un parque infantil, el primero de su tipo que tuvo la ciudad.

En 1980 fue inaugurado allí el elegante inmueble que alberga la sala teatro José Joaquín Palma, en el lugar que ocupó la edificación religiosa, una transformación que estuvo a cargo del destacado arquitecto Walter Betancourt. Los trabajos incluyeron además, la demolición del parque infantil y la recuperación de parte de la plaza.

El espacio construido antes para escuela, lo comparten ahora una Galería Universal de artes plásticas, y otras entidades culturales.





Muy cerca de allí se encuentra situada la barranca de La Luz, uno de los lugares por donde las fuerzas mambisas asaltaron la ciudad en aquella jornada memorable del 18 de octubre de 1868 durante la Toma de Bayamo, a sólo ocho días del alzamiento de Carlos Manuel de Céspedes en el Ingenio Demajagua. En la foto, vecinos de Bayamo y visitantes de la ciudad acceden a las áreas de las Vegas del Río Bayamo, popularmente conocida como "El Chapuzón"






Gracias a Jorge C Tamayo por su gran aporte en este trabajo.


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