Foto: Luis Carlos Palacio Leyva.
Cuando las mariposas...
Cuando las mariposas doradas del recuerdo
traigan a tu memoria tu cobarde vileza,
mi pesar silencioso y mi enorme tristeza;
cuando las mariposas de fuego de la gloria
hayan rozado alegres mi cabeza precita,
iluminando un nombre y aclarando una historia;
cuando las mariposas azules de añoranza
te vuelvan del pasado la oscura lontananza,
trayendo a tus oídos con una crueldad loca
los conceptos vertidos por tu infamante boca;
cuando las mariposas de un cruel remordimiento,
negras y silenciosas vayan a ti, indecisas,
yo pasaré serena, olvidando tu infamia,
alumbraré tus pasos con mis tristes sonrisas!
Sicut naves, velut umbra?
En la angustia terrible, que mi labio no nombra,
¿Pasaré por tu vida cual nave por la sombra?
En la amargura intensa de mi cruel agonía,
¿seré para ti niebla de una mañana fría?
En la tristeza enorme de mi intenso quebranto,
¿seré para ti el eco de algún lejano canto?
En el claustral silencio de crueles sacrificios,
¿seré como los ecos de monjiles oficios?
En estas tempestades de tinieblas y brumas,
¿moriré en tu recuerdo como en la ola la espuma?
En la muerte de un sueño secreto y dolorido,
¿morirá mi recuerdo, morirá en el olvido?
¡Nada me importa nada! ¿el amor? ¿la memoria?
¡Lo mismo que el deseo, la ilusión y la gloria!
Nada me agita, nada me entristece ni asombra...
¡Todo pasa en la vida cual nave por la sombra!
No puede comprender...
Me abisma no entender, bello Narciso,
la ingenua admiración que te arrebata
y te fascina en la onda azul y plata...
Claro que para ti es un paraíso
mirar tus ojos bellos y tu boca,
tu sonrisa, tu frente, tu figura
llena de majestad y de dulzura...
Pero ¿no piensas que haya algo de bueno
que distraiga tus ojos y tu mente,
fije más alto tu mirar sereno
y entretenga tus horas dulcemente?
¡Quisiera comprender mi alma sencilla
la perfecta hermosura de tu frente,
donde jamás el pensamiento brilla!
...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario